Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de su esposa, cuando vio a un hombre chino poniendo un plato con arroz en la tumba vecina. El hombre se dirigió al chino y le preguntó:
.-Disculpe señor, ¿de verdad cree usted que el difunto vendrá a comer el arroz?.
.-Sí.- respondió el hombre.-cuando el suyo venga a oler sus flores.
Moraleja:
Respetar las opiniones del otro, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, por lo tanto actúan diferentes y piensan diferente.
No juzgues, solamente comprende, y si no puedes comprenderlo, OLVÍDALO.
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