viernes, 17 de agosto de 2012

Tú eliges tu actitud en la vida...

te  ayudaré a entenderlo con un cuento...


EN EL TEMPLO ZEN

Al finalizar el curso en el Templo Zen, uno de los discí­pulos se acercó al maestro y le preguntó:
-Maestro, me he fijado que usted nunca pierde la calma y la serenidad. Incluso cuando ha habido alguna situación algo tensa con algún alumno, alguna palabra no adecuada, usted no se alterado y ha reconducido la situación ¿Cómo lo hace?
-Cuando alguien te ofrece algo que no quieres ¿Lo recibes?
-Por supuesto que no, respondió el discí­pulo.
-Bien, prosiguió el maestro, si alguien intenta ofenderme o decirme algo desagradable, está ofreciéndome algo. En ese caso se trata de una emoción negativa -enfado o rabia por ejemplo- que puedo decidir aceptar o no aceptar.
-Si yo me siento ofendido, o me pongo furioso, estaré aceptando “su regalo”, y prefiero regalarme paz y serenidad.
-El enfado de la otra persona pasará, pero yo no lo quiero, no quiero que se quede conmigo porque no me interesa. Yo no puedo controlar lo que hay en el corazón de otra persona, pero de mí­ depende lo que pongo en el mí­o. No admitiré emociones negativas.
-Además, si se trata de una persona a la que quiero, y respondo con agresividad, lo único que conseguiré es que los dos nos hiramos, y eso no será bueno.
-Muchacho, prosiguió el maestro, la vida siempre te da la oportunidad de ser feliz o de amargarte. Tú eliges.


Y recuerda, en la vida tú eliges tu actitud, igual que cada mañana eliges la ropa que te vas a poner... de ti depende!

2 comentarios:

  1. A veces es no es fácil que no te afecte una emoción negativa hacia ti, aunque sonríes para que no se note por dentro te reconcome y es difícil darle la vuelta. La filosofía no es mala pero es difícil llevarla a la práctica, sobre todo si todo va por detrás. Qué complicado hacemos todo!!!

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    1. Claro que no es fácil. Todo lleva su tiempo y el poner en práctica estas cosas más. Pero puede ser un trabajo a practicar...
      Si hay algo que nos guardamos, no lo mostramos al exterior y nos lo vamos quedando, y es algo que nos va haciendo mella por dentro a la larga nos saldrá. Y puede que salga por cualquier tontada, en el momento menos esperado... y que quizá no tenga que ver con la situación que estemos viviendo, pero saldrá. Es como la típica frase "la gota que colma el vaso". No nos enfada una gota, la que cae, no esa no... nos irrita que el vaso está lleno de gotas y en ese momento ha caido esa gota, pero el vaso estaba llenito, no?
      Una vez leí un cuento sobre esto... voy a ver si lo encuentro y lo cuelgo aquí!
      Y te doy la razón en que a veces complicamos las cosas, y además muchísimo!... nuestro pensamiento negativo ahí es el número uno, el rey del bambo. Pero tenemos un as, nuestro pensamiento positivo y nuestra capacidad de decidir a cual de los dos dejamos actuar, con cual nos queremos quedar.

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